El Partido Reformista Social Cristiano (PRSC) pidió al Gobierno racionalizar el gasto público, eliminar la evasión en las recaudaciones tributarias y revisar los gastos insostenibles en que incurre el Estado para destinarlos a extranjeros ilegales, luego de anunciar su respaldo al proyecto de reforma fiscal que cursa en el Congreso Nacional.
El presidente del PRSC, Federico Antún Batlle (Quique), definió de “correcta” la intención de la iniciativa debido a que lograría atender las demandas de los servicios básicos de la población y evitar que la deuda pública continúe creciendo.
Durante sendas comunicaciones dirigidas a los presidentes de la Cámara de Diputados y del Senado, Alfredo Pacheco y Ricardo de los Santos, respectivamente, Quique Antún expresa que para la consecución de estos legítimos objetivos consideran como una “prioridad irrenunciable” implementar una política firme que elimine la enorme evasión en las recaudaciones tributarias.
“Se escuchan estimaciones que señalan que la evasión de las obligaciones tributarias alcanzar el cincuenta por ciento (50 %), es decir, se pierde la mitad de lo que debiera recaudarse”, agrega.
Entiende que si se aplican medidas tan fuertes como demandan las circunstancias se corrige esa situación, “y hay ejemplos cercanos en el tiempo donde otros países lo han logrado”.
Sugiere, asimismo, poner en práctica un método que permita cobrar la energía servida y utilizada cuyo porcentaje alcanza cifras astronómicas.
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“En este renglón estratégico apenas se cobra un porcentaje limitado de la energía servida, una cantidad considerable la utilizan desaprensivos sin el pago correspondiente, por lo que es conveniente que el Gobierno revise profundamente las fallas existentes y las corrija”, apunta en un párrafo de la comunicación.
Plantea, igualmente, que lejos de los paños tibios, se aplique todo el peso de la ley a quienes violan los compromisos de pago, “que al decir de respetados expertos, la mayoría de esa defraudación la cometen manos de poderosos”.
Antún dijo que, sin embargo, hay ejemplos sobrados de empresas privadas que logran cobrar toda la energía servida y sin duda alguna, también lo logran los Estados de países conocidos.
Entiende, además, que hay que racionalizar el gasto público, que desde hace más de 25 años se ha venido hipertrofiando.
Manifestó que más allá de las nóminas públicas donde sin duda existen bastantes alteraciones y distorsiones, “consideramos que el dispendio fundamental está en los gastos superfluos de todo género que se originan en la gestión pública.