POR MARCELINO LARA
La palabra BRIC fue usada por primera vez en 2001 por el economista Jim O’Neill mientras trabajaba en la firma Goldman Sachs, para referirse a la economía de Brasil, Rusia, India y China como países cuyas economías dominarán los mercados en 2050.
En 2009, en medio de la crisis financiera global, estos cuatro países se juntaron para discutir una nueva forma de cooperación internacional que los ayudara a combatir y a superar dicha crisis, y adoptaron el nombre de Grupo BRIC. El grupo generó mucho interés en otros países con economías emergentes y es así que mas adelante en 2010, se unió al grupo Sudáfrica, y a partir de ahí empezó a llamarse BRICS al grupo de estados pertenecientes al sur global cuyo objetivo es ampliar su cooperación multilateral para hacer frente al orden mundial dominado por Estados Unidos y sus aliados occidentales.
Las sanciones aplicadas a Rusia por su conflicto con Ucrania han sido la voz de alerta para que los demás miembros del grupo BRICS y otros países del sur global busquen alternativas para poder resistir dichas sanciones porque después de aplicar más de 15 mil sanciones económicas y políticas a Rusia, y congelarle unos 300 mil millones de dólares de sus reservas internacionales, todos los demás países se han sentido amenazados de que a ellos también les pueda suceder lo mismo en el momento que a USA le parezca económica y políticamente conveniente a sus intereses.
Por esa razón muchos países han decidido solicitar su participación en el bloque BRICS. Y es así como el pasado año 2023 solicitaron su ingreso formal a los BRICS países como Egipto, Etiopía, Irán y los Emiratos Árabes Unidos. En lista hay más de 30 países esperando ser admitidos, entre ellos se destacan Cuba, Venezuela, Turquía, Indonesia, Nigeria y Tailandia.
Alarma
El uso del dólar como arma política por parte de USA ha encendido las alarmas en todos los países miembros fundadores de los BRICS quienes de inmediato dejaron de usar dicha moneda en las transacciones comerciales realizadas entre ellos, empezando así el proceso de crear una nueva moneda basada en materia prima como el oro y el petróleo. Al mismo tiempo empezaron a diversificar sus reservas internacionales haciendo uso de una canasta de monedas diferentes al dólar norteamericano.
La decisión de los BRICS ha sido imitada por otros países como Irán, Nigeria, Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos, quienes además, junto a Egipto, Etiopía, Tailandia, Malasia, Venezuela, Cuba y Turquía han solicitado su ingreso formal, ya algunos de ellos han sido aceptados, a ese importante bloque comercial, económico, geopolítico y hasta militar que concentra casi la mitad de la población mundial, el 72% de las tierras raras, más del 40% de la producción mundial de petróleo, el 30% de la producción de gas, más del 25% de la exportación mundial de petróleo, el 22% del comercio mundial y además, representan el 37.4% del PIB mundial, muy por encima de los países desarrollados del G7 que sólo representan el 29%.
Según acaba de informar el presidente de Rusia en la cumbre de Kazan, el PIB de los países BRICS ya supera los 60 billones de dólares. Ademas, el crecimiento del PIB de los países BRICS sería del 4.0% al finalizar el 2024, mientras los del G7 apenas crecerían en 1.7%.
La cumbre de los BRICS celebrada en Kazan, Rusia del 22 al 24 de octubre nos muestra los avances que en materia de colaboración multilateral han alcanzado sus países miembros al tiempo que le da la bienvenida a los nuevos miembros integrantes de lo que será llamado de ahora en adelante como BRICS PLUS o BRICS +.
Algunos de los principales temas económicos tratados en la cumbre de Kazan son el fortalecimiento del NBD que es el Nuevo Banco de Desarrollo BRICS creado en 2015 para financiar proyectos de infraestructura, tecnológicos, minería, producción de alimentos,y farmacéuticos, entre otros de impacto positivo en el desarrollo económico.
Otro tema a tratar en Kazán será el uso de monedas nacionales en transacciones comerciales hasta que sea creada una moneda única para el grupo de países, la eliminación de aranceles en países miembros, la creación de una moneda digital, y la creación de una plataforma tecnológica para apoyar un nuevo sistema de pagos que facilite las transacciones financieras llamado BRICS Pay, basado en una tecnología de la Cuarta Revolución Industrial conocida con el nombre de Cadenas de bloques o Blockchain que garantiza más seguridad, transparencia, bajo costo y mejor acceso.
Los países de Latinoamérica y el Caribe deberían observar muy de cerca lo que está sucediendo en las economías de los países miembros del grupo BRICS porque pudiera ser que en ese bloque este el futuro del comercio global. Ese esquema de cooperación y colaboración multilateral podría resultar más conveniente para los países de nuestra región que todavía están buscando el camino que conduce hacia el desarrollo económico sostenible. Avancemos hacia el multilateralismo económico y político, y dejemos atrás el mundo basado en reglas que sólo benefician a las potencias occidentales.
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