SANTO DOMINGO. – Este miércoles se conmemoran 17 años desde el paso de la tormenta tropical Olga, el último fenómeno climático registrado que impactó directamente el territorio de la República Dominicana en el mes de diciembre.
Este evento destacó por su excepcionalidad, al ocurrir fuera de la temporada ciclónica oficial, y por los graves daños que causó en un país que aún se recuperaba del devastador impacto de la tormenta Noel, ocurrida apenas semanas antes.
Un Fenómeno Atípico
Olga llegó al país el martes 11 de diciembre de 2007, tan solo 11 días después de que la temporada de huracanes en el Atlántico hubiera concluido oficialmente el 30 de noviembre. La tormenta se formó al noreste de las Antillas Menores el 10 de diciembre, comenzando su desplazamiento hacia el oeste. Tras afectar a Puerto Rico, ingresó a la República Dominicana por la provincia de La Altagracia y recorrió el territorio nacional, pasando por Hato Mayor, El Seibo, Monte Plata, San Juan y Elías Piña.
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A pesar de no ser un huracán, Olga trajo consigo vientos sostenidos de 60 mph (95 km/h) y lluvias torrenciales que alcanzaron entre 4 y 10 pulgadas (100-250 mm) en muchas regiones, provocando inundaciones generalizadas y severos daños en la infraestructura.
Parte de los daños causados por la tormenta Olga a su paso por República Dominicana el 11 de diciembre del 2007
Contexto Meteorológico
La formación de ciclones tropicales en diciembre es extremadamente rara. De acuerdo con datos históricos, menos del 3% de los sistemas ciclónicos en el Atlántico se desarrollan fuera de la temporada oficial. Olga fue la decimoquinta tormenta nombrada de una temporada ciclónica 2007 particularmente activa, que incluyó 17 ciclones, 6 de los cuales alcanzaron la categoría de huracán.
El impacto de Olga fue particularmente grave debido a que llegó en un momento en que el país aún lidiaba con las secuelas de la tormenta Noel, que había afectado al territorio en octubre de ese mismo año, dejando a su paso devastación en términos de pérdida de vidas humanas, infraestructura y cosechas.
Impacto de Olga en República Dominicana
- Lluvias e inundaciones: Las lluvias intensas provocaron crecidas de ríos, desbordes de cañadas y arroyos, así como graves inundaciones urbanas. Las provincias más afectadas incluyeron San Juan, Hato Mayor y Monte Plata, donde varias comunidades quedaron incomunicadas.
- Desagüe de embalses: Debido a la acumulación de agua, fue necesario realizar desagües controlados en importantes embalses, como el de Tavera-Bao, para evitar daños mayores, lo que a su vez exacerbó las inundaciones río abajo.
- Viviendas destruidas: Se reportó el Centro de Operaciones de Emergencia (COE), miles de viviendas resultaron dañadas o destruidas, particularmente en comunidades rurales y zonas vulnerables.
- Infraestructura dañada: Olga causó daños significativos en carreteras, puentes y sistemas eléctricos, complicando aún más las tareas de rescate y recuperación.
Consecuencias Humanitarias
El impacto de Olga dejó un saldo devastador en términos humanitarios:
- Víctimas mortales: Al menos 25 personas perdieron la vida debido a las inundaciones, deslizamientos de tierra y accidentes relacionados con el fenómeno.
- Evacuaciones masivas: Más de 41,000 personas fueron evacuadas de sus hogares, muchas de ellas llevadas a refugios temporales.
- Comunidades incomunicadas: Varias localidades rurales quedaron aisladas durante días debido a la destrucción de carreteras y puentes.
Aprendizajes y Preparación Futuras
El paso de Olga puso en evidencia la vulnerabilidad de la República Dominicana frente a fenómenos naturales atípicos y fuera de temporada. También subrayó la necesidad de:
- Fortalecer la infraestructura: Mejorar los sistemas de drenaje, construir infraestructuras más resilientes y reforzar los embalses y presas.
- Educación y prevención: Incrementar las campañas de concienciación para que la población esté preparada incluso fuera de la temporada ciclónica oficial.
- Mejorar la coordinación: Fortalecer los sistemas de alerta temprana y la respuesta inmediata de las autoridades para minimizar los daños y pérdidas humanas.
El Legado de Olga
A 17 años de este fenómeno, Olga sigue siendo recordada como un evento excepcional que desafió los patrones meteorológicos convencionales. Su paso por la República Dominicana dejó importantes lecciones para la gestión del riesgo climático en un contexto de creciente incertidumbre debido al cambio climático.
Hoy, las autoridades llaman a mantener la vigilancia constante ante fenómenos meteorológicos, recordando que la naturaleza puede sorprender incluso en los momentos menos esperados.