Santo Domingo. – Un informe reciente de McKinsey & Company, en colaboración con Kantar, titulado State of Grocery: Retail LATAM 2024, analiza la recuperación del comercio minorista de alimentos en América Latina tras enfrentar desafíos como la pandemia, la inflación y el desempleo.
En los primeros seis meses de 2024, las ventas de bienes de consumo crecieron durante ocho trimestres consecutivos en casi toda la región, con excepción de Argentina y Chile. Los formatos que lideran este crecimiento incluyen el comercio electrónico, las tiendas de conveniencia y las de descuento.
El gasto promedio anual también mostró un aumento significativo tanto en formatos modernos como tradicionales, impulsado por la búsqueda de valor económico, conveniencia y accesibilidad.
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El estudio resalta cómo los consumidores combinan decisiones cautelosas de gasto con inversiones en productos premium, reflejando una mezcla de austeridad y preferencia por «lujos discretos». Este comportamiento beneficia tanto a marcas económicas como a marcas blancas, que se están consolidando en mercados clave como Ecuador y Colombia.
En paralelo, los canales minoristas modernos, como supermercados y tiendas de descuento, ganan participación, mientras que las visitas a tiendas tradicionales disminuyen.
Aunque el comercio electrónico todavía representa un pequeño porcentaje del consumo total, ha cuadruplicado su tamaño en los últimos cinco años, con Brasil, México y Argentina liderando el crecimiento en este segmento.
Las empresas del sector están respondiendo con estrategias que incluyen la adaptación de sus formatos y surtidos, la expansión de marcas propias y la digitalización de sus operaciones. Esto incluye el uso de inteligencia artificial para optimizar inventarios y mejorar la experiencia del cliente. Además, los minoristas están diversificándose hacia servicios financieros y plataformas digitales para fidelizar consumidores y aumentar ingresos.
El informe concluye que el uso estratégico de datos y tecnologías avanzadas será un factor clave para que los minoristas se mantengan competitivos y respondan a las necesidades de un mercado en rápida evolución.